Templo de Antonino y Faustina
Colocado sobre un alto podio, al que se ascendía por una escalinata monumental, el templo de Antonino y Faustina está caracterizado por las seis columnas de mármol Cipolin de 17 m de altura con capiteles corintios en mármol blanco que adornan la fachada, con dos parejas de columnas a los lados. La celda, realizada en planta cuadrada en peperino y revestida originalmente con mármol, está coronada por un arquitrabe de mármol visible a los lados del edificio y decorado con grifos, hojas de acanto y candelabros. La fachada, sin tímpano en la actualidad, conserva la inscripción dedicada a la fundación por parte del emperador Antonino Pío en memoria de su mujer Faustina (muerta en el 140 d. C.). En el 161 d.C., tras la muerte del emperador, el Senado decretó que el templo fuera dedicado a ambos y la inscripción de la fachada “Divae Faustinae ex S(enatus) C(onsulto)” fue actualizada y precedida por el nombre del Divo Antonino.
En el siglo VII, el templo fue convertido en iglesia. La altura de la puerta, mucho más alta que el pavimento de la Vía Sacra, atestigua cuál era el nivel de la calzada en el Foro Romano antes de las excavaciones del siglo XIX. Desde el siglo XI, es conocido por las fuentes como iglesia de San Lorenzo en Miranda. En 1429, pasó a ser la sede de la Congregación de los Farmacéuticos por deseo del papa Martín V y en 1602 está documentada una nueva reedificación de la iglesia que fue decorada por pintores tan famosos como Pietro da Cortona y Domenichino. Fue dedicada a San Lorenzo degli Speziali en Campo Vaccino, para subrayar también con el nombre la unión con los farmacéuticos –conocidos en la época como boticarios– y con el lugar donde surgía, el Foro Romano que por aquel entonces se utilizaba como zona de pasto tras siglos de abandono.