Templo de las Vestales y Casa de las Vestales (Atrium Vestae)
El eje del complejo monumental relacionado con el culto de Vesta es el templo dedicado a la diosa, culto antiguo que se remonta al segundo rey de Roma, Numa Pompilio, reconstruido varias veces a causa del gran número de incendios y restaurado tal y como podemos verlo actualmente por la emperatriz Julia Domna hacia finales del siglo II d. C. Desde el podio circular de cemento revestido con mármol, se alzaban las columnas con capiteles corintios. En el interior se conservaba siempre encendido un brasero con el fuego sagrado, símbolo de la eternidad de Roma y de su destino de imperio universal. La forma circular se inspiraba en la de las cabañas de época arcaica, con un orificio en el centro del techo cónico para dejar salir el humo. Dentro del templo también se conservaba el Paladio, pequeña estatua de Atenea (Minerva) que, según la leyenda, Eneas llevó Roma como símbolo de la nobleza de la estirpe romana.
Al lado del templo se encuentra la casa de las Vestales, sacerdotisas devotas al culto de Vesta y guardianas del fuego sagrado, el único sacerdocio femenino de Roma. Eran seis, provenían de familias patricias y tendían que prestar sus servicios durante 30 años, conservando su virginidad bajo pena de muerte. En cambio, gozaban de un gran número de privilegios (viajaban en carro por la ciudad y disponían de asientos reservados en los espectáculos).
La entrada a la Casa, también conocida con el nombre de Atrium Vestae, estaba al lado de un quiosco romano con una alta base y dos columnas jónicas, utilizado probablemente para alojar la estatua de la diosa. El edificio está incluido en un patio, rodeado por un pórtico de dos niveles poblado de estatuas, expuestas actualmente por parejas, de las vestales superioras que dirigían la orden religiosa. Las habitaciones, distribuidas en varias plantas, se asomaban al jardín, caracterizado por tres piscinas y en el que, entre otros espacios, se pueden reconocer un molino y un horno. En la planta superior, probablemente para uso privado, se encontraban los baños y los sistemas de calefacción y sobre ella se encontraba la planta destinada probablemente al personal de servicio. El conjunto de edificios, construido durante la República, fue reconstruido varias veces y ampliado hasta la época de Constantino (306 – 337 d. C.).