A partir del 5 de marzo de 2019
Un viaje a través del tiempo y el espacio. Este es el espíritu con el que el visitante puede recorrer el camino que serpentea por la vertiente meridional y occidental del Palatino. Partiendo de las llamadas Arcadas Severianas hacia el este, caminando bajo el palacio de los emperadores flavianos y sobre el Circo Máximo, se llega a la vertiente sudoeste de la colina, donde Rómulo fundó la Ciudad Eterna y donde vivió Augusto, primer emperador de Roma. Desde aquí, continuando por la ladera oeste de la colina, retrocedemos en el tiempo con el santuario de la Magna Mater Cibeles y de Victoria, desde la Domus Tiberiana hasta la iglesia medieval de San Teodoro. Finalmente, atravesando los Horrea Agrippiana (graneros), la ruta concluye con la entrada al Foro Romano no sin antes haber recorrido el último tramo de la Vicus Tuscus.
Pero el viaje no es solo de interés arqueológico: el itinerario se sitúa en uno de los lugares más bellos y vírgenes del centro de Roma, tan cerca de la ciudad, tan presente y viva, y aun así lejos del ruidoso tráfico urbano. Un sendero inmerso, a veces, en completo silencio, en un ambiente casi onírico, donde los racimos de flores y hierbas, los densos arbustos y la exuberante y espontanea vegetación forman un escenario rico en vistas y aromas que realzan los poderosos restos de un sitio arqueológico único en el mundo.
Reabierto a partir del 5 de marzo de 2019, de 9:00 a 17:00 horas (último pase) con salida del público a las 17:30 horas.